Europa - Roma: eterna e inagotable
07/08/2012¿Dónde podemos encontrar una ciudad parecida?
Roma es única. La ciudad del amor, de las siete colinas de la historia y el arte. La ciudad eterna. Sin duda estamos ante uno de las más bellos y atractivos destinos turísticos del mundo. Roma es capital por partida triple. Capital de Italia, “caput mundi”, ejemplo y gloria de la civilización a la que debemos nuestra sociedad y cultura y que tanto ha influido en la historia de la humanidad. Capital de Italia, con todo lo que eso conlleva. Y capital de la cristiandad. Porque no olvidemos que dentro de Roma conviven dos ciudades y dos estados, y que el Vaticano es a todos los efectos un país soberano.
En Roma el visitante encuentra más de 400 iglesias sólo dentro de las murallas, a las que si añadimos las que se encuentran fuera, las capillas privadas y de otros credos podrían aumentar su número hasta superar las 900. Y esto por no hablar de museos, monumentos y plazas.
Por esto tratar de conocer la ciudad en un sólo viaje es una tarea imposible.
Roma presenta las huellas de todas las épocas, que lejos de anularse conviven y se complementan de una manera única en su desarrollo urbanístico. Es una ciudad compleja, llena de matices y con muchísimo para ofrecer.
Un poco de historia
El origen mítico de Roma nos habla de Eneas, un refugiado de Troya hijo de la diosa Venus, que llegó a Italia el año 1184 a.C. De su extirpe nacieron Rómulo y Remo que según la leyenda fueron abandonados y recogidos por una loba que les salvó y les amamantó, esta loba se convertiría en el emblema y escudo de Roma desde la antigüedad hasta nuestros días.
Una fecha por tanto clave de la historia de Italia es el 753 a.C. cuando según la tradición se funda Roma por los legendarios Rómulo y Remo. Tras pasar por una época de monarquía muy ligada a los etruscos y con constantes luchas contra otras tribus del entorno (samnita, sabino, latino), los romanos hacia el siglo VI a.C. alcanzan una amplia organización social y política y comienzan a dominar su entorno derrotando a los diversos vecinos y extendiendo su territorio prácticamente por toda la península. Este periodo de expansión es conocido como la República Romana. Donde existieron unos complejos mecanismos de gobierno y duras luchas sociales entre patricios (nobleza) y plebeyos (pueblo llano). Los romanos comenzaron, tras la conquista de toda la península italiana, su expansión por el Mediterráneo chocando con otras naciones que también ampliaban su influencia. Entre los años 264 y 241 a.C. tuvieron lugar la primera guerra púnica que les enfrentaron a los cartagineses.
Con la victoria romana, los cartagineses se vieron obligados a abandonar la isla de Sicilia y pagar duras compensaciones. Durante la segunda guerra púnica, del 218 al 201 a de C., los romanos vieron amenazados sus propios territorios con las famosas incursiones de Aníbal que, finalmente, fue derrotado no sin mucho esfuerzo y grave peligro por Escipión Emiliano, llamado por ello “el africano”. Con la tercera guerra Púnica, Cartago dejó de existir. A partir de entonces el poder de Roma y su influencia se dejan notar por todo el Mediterráneo.
Esto le dio una gran riqueza, pero también muchos problemas políticos al tratar de adaptar a Roma de potencia regional a potencia mundial. Las conquistas se suceden y Julio Cesar, formidable militar y político tras una terrible guerra civil se hace dueño de la situación forjando las bases de una nueva estructura política que sería el Imperio. Él fue asesinado por los defensores de la república aunque dejó las bases para que su sobrino Foro Republicano continuase su obra y tras muchos esfuerzos, diera lugar definitivamente al nacimiento del imperio Romano. Dándose el año 27 a.C. como año del inicio de esta nueva época.
Desde entonces todo el poder, político, militar, religioso... quedó en manos de un sólo hombre. Con él, Roma fue la dueña directa o indirectamente de todo el mundo conocido. Y el mar Mediterráneo lo llamaron con mucha propiedad el Mare Nostrum. Se sucedieron los diferentes emperadores, con más o menos fortuna, siendo el ejercito y las legiones romanas las que poco a poco fueran verdaderas dominadoras de la política y las que decidían realmente quién debía gobernar.
Con Trajano el imperio llega a su máxima expansión. Por el sur hasta los confines del desierto del Sahara, por el norte hasta Escocia, siendo la frontera con los pueblos germánicos los ríos Rhin y Danuvio, al oeste hasta el Atlántico y al este hasta el Indo. Durante todos estos siglos se sucede la llamada romanización, por la cual los pueblos conquistados asimilan el modo de vida y las costumbres romanas, hecho fundamental para el posterior desarrollo de Europa. Pero tan basto imperio tenía ya sus días contados. Tratar de explicar su fin en unas pocas líneas es una tarea imposible, basta decir que se debió tanto a factores de desestabilización internos como externos.
Fue un proceso muy largo y complejo. Los diversos pueblos “Barbaros”, que en latín era el nombre que los romanos dieron a todos los pueblos de fuera de sus fronteras (limes) fueron poco a poco presionando e influenciando el mundo romano. Para entonces ya se había adoptado el cristianismo como religión del imperio y se había optado por dividirlo entre el imperio de oriente (con capital en Constantinopla) y el imperio de occidente (con capital en Roma). Tras diversas invasiones y muchas crisis internas, el imperio estaba completamente descompuesto. En el año 476 un rey “bárbaro” depone al ultimo emperador y se da por cerrada definitivamente la historia del imperio Romano. El imperio de oriente aún pudo subisitir con mejor o peor suerte durante mil años más.
Roma entró en la edad media en declive, fue invadida por diversos pueblos bárbaros y sólo la actuación de los papas convirtiendo la ciudad en capital del mundo cristiano la salvaron de su desaparición. Se estableció un estado Feudal dirigido por lo pontífices que durante la Edad Media ejercieron su poder tanto celestial como terrenal.
Los Papas se enfrentaron al emperador del imperio Germánico por el conflicto de las investiduras, por ver a quien le correspondía el nombramiento de los obispos, recordemos que en aquella época los cargos eclesiásticos se compraban y se vendían dando inmensas riquezas a quien los otorgara.
Los diferentes cismas en la iglesia dieron lugar a que en ciertas ocasiones hubiera más de un Papa y muchos conflictos y rivalidades. Incluso durante unos años abandonaron Roma para trasladarse a Aviñón, en Francia. Pero los Papas volvieron en 1377 y decidieron construir una magnífica urbe como centro de la cristiandad. Y durante los siglos XV y XVI llamaron a los mejores artistas del renacimiento y se convirtieron en importantísimos Mecenas, engrandeciendo y ampliando la ciudad aunque fuera a costa de la destrucción de muchos monumentos antiguos, que fueron Estatua en la escalinata al Campidoglio y al fondo, Santa María de Ara Coelis desmontados para construir sus iglesias y palacios, llevándose mármoles y todo tipo de objetos de las construcciones romanas. Durante el siglo XVII y en respuesta a las corrientes luteranas se desarrolla la contrarreforma que tendría su manifestación en el arte Barroco y su capital en Roma donde trabajaron artistas de la talla de Borromini y Bernini que dejaron muestra de su calidad en sus muchas obras en la ciudad.
La ciudad junto con todo el territorio continuó siendo feudo exclusivo del Papa, participando activamente en los acontecimientos internacionales, pero tras la creación del reino de Italia, Roma fue demandada para convertiste en la capital del nuevo país. Fue conquistada militarmente en 1870 y los Papas se declararon prisioneros del estado, italiano encerrándose en los muros del Vaticano.
Roma acogió muchas obras para adaptarla a la recién creada capitalidad abriéndose nuevas avenidas y engrandeciendo sus espacios públicos.
Tras la primera guerra mundial Mussolini se hace con el poder realizando importantes cambios y construcciones en la ciudad. Además firma los Pactos de Letrán por los que se crea el estado Vaticano y el catolicismo como única religión de Italia. Tras la segunda guerra mundial Roma crece extraordinariamente, en 1960 es sede de los juegos olímpicos de verano y en el año 2000 se celebró el año Santo para el cual se realizaron importantes obras en sus infraestructuras turísticas.